El otro día vi "Perfect Days”, de Wim Wenders, y no dejo de pensar en eso.
Es una película aburrida. Mi mamá y mi papá vieron algunas partes conmigo, ambos concluyeron que era una película aburrida y no le prestaron más atención. Estoy segura de que, si les mostrara la película a mis amigos, dirían lo mismo (énfasis en el si lo hiciera, porque no creo hacerlo).
Citando una reseña que leí en Letterboxd:
“Levantarse, hacer la cama, regar las plantas, afeitarse, refrescarse, vestirse, tomar café, cargar una cinta de casete, conducir hasta el trabajo, lidiar con el molesto compañero de trabajo, volver a casa, salir a andar en bicicleta, darse un baño, cenar algo, volver a casa, leer, esforzarse por averiguar cómo leer con las sombras cubriendo las páginas, dormir. Despertarse, repetir de nuevo.
La rutina es la clave de la armonía, no es la monotonía de trabajar y despertarse lo que hace que todo sea extraordinario, es la paz que surge como resultado. no todos los días son perfectos, a veces tu compañero de trabajo se va, a veces tienes que revivir acontecimientos de tu vida que preferirías olvidar, a veces tu sobrina aparece en tu puerta queriendo estar en cualquier sitio menos en casa, pero no pasa nada. La tristeza pasará. Los días perfectos volverán pronto.”
Creo que encapsula todo lo que tengo para decir de la película. Es simple, es aburrida, pero, a la vez, es esperanzadora.
Apreciar las pequeñas cosas que nos rodean. Llevar la cuenta de todo aquello que nos hace nosotros. No dejar de tomarnos los pequeños momentos para respirar entre medias. “A veces va a ser difícil y puede que nuestra rutina se rompa, pero si podemos seguir mirando las experiencias que se nos brindan desde la perspectiva adecuada, todo estará bien”.
No hay una conclusión elaborada, o un párrafo final inspirador. Quería hablar de la película antes de que me olvide, y hacerlo en la página de las películas me da vergüenza.